Primer día del perro en casa - DogMart

Primer día del perro en casa

Primer día del perro en casa

Los retos de introducir a la mascota a nuestro espacio.

Tanto si se trata de un adulto o de un cachorro recién separado de su madre, existen determinadas reglas que deberán respetarse desde el principio.

El perro forma parte de nuestra vida cotidiana. Nos aporta mucho, eso es innegable; pero también puede llegar a ser una auténtica fuente de problemas. Por esa razón, tener un perro no es un acto que convenga tomar a la ligera. Sin embargo ya teniendo a nuestro peludo en en casa; con buena educación se puede evitar muchas preocupaciones.

REGLAMENTO DEL HOGAR

Ante todo, hay que considerar; el perrito llega por primera vez a un lugar nuevo, no se le puede atiborrar de una con restricciones y ordenes; debemos dejar que conozca primero los espacios a los cuales deberá adaptarse y por supuesto a su nueva familia. Claro, lo anterior no es para que lo dejemos hacer lo que quiera, donde quiera; pero si darle un espacio de reconocimiento.

Algo muy importante que a veces olvidamos; si lo que llevamos a casa es un cachorro; CRECEN!, dicho eso hay que pensar muy bien en que le vamos a dejar hacer a donde entrar y donde no; porque cuando crezcan lo querrán seguir haciendo y luego cambiar hábitos puede ser un proceso algo difícil de realizar. 

Dicho lo anterior el siguiente paso es marcar claramente QUIÉN MANDA EN CASA, tener una figura de autoridad definida es importante si no queremos problemas de comportamiento; entonces entre las primeras acciones te podemos aconsejar:

  • Delimitar donde puede entrar y donde no.
  • Mostrarle sus sitios donde comer, dormir y hacer sus necesidades.
  • No ceder a sus “peticiones” de alimento, los horarios son importantes; por lo que también hay que definir esos momentos.
  • Un TIP es evitar que su sitio de descanso coincida con los puntos de acceso al hogar (puertas y ventanas), así evitamos crear la idea de que él es quien está para controlar las entradas y salidas ó tránsito de la casa.

Lo importante es crearle el sentimiento de que él es un elemento más y que tiene un jefe en casa; en caso contrario puede tomar el papel de Alfa y entonces dependiendo la naturaleza de la raza que tengamos nos encontraremos con ciertos comportamientos de dominio sobre los miembros del hogar, evitaremos tener un tiranito en casa que nos quiera hacer acatar su voluntad.

Incluso será difícil; pero hay que ser firmes en ocasiones, no cedamos ante la ternura de tener un cachorro; porque si bien la realidad es que hasta que empieza a madurar es cuando realmente aprenderán y podrán ser mas “conscientes” de su educación, las bases para que tengamos una mascota que nos obedezca empieza a formarse posterior a su lactancia (3 meses de edad); por ello desde entonces debemos empezar a marcarle sus hábitos al llegar con nosotros; algunos aprenderán desde esa edad, otros requerirán más tiempo, pero con paciencia y disciplina lograremos educarlo.

APRENDIENDO LAS PRIMERAS ÓRDENES

Respecto a como educar a una mascota; normalmente hay dos métodos que se suelen recomendar para la enseñanza del perro; te compartimos ambos brevemente a continuación:

  • El propietario deja que el cachorro tome la iniciativa. Por ejemplo, cuando normalmente se sienta, se da la orden “sentado” y se le felicita. Lo mismo para ordenes como “acostado” o “de pie”. Poco a poco, el perro asociará la orden con la acción y la satisfacción de su propietario al realizarla.
  • El propietario impone la posición al perro con una orden. Para “sentado”, basta con poner una mano sobre la cabeza del cachorro y apoyar la otra sobre la grupa o los corvejones (área de la cadera). Esto obligará a sentarse de manera natural sin infundir fuerza de más; y así para demás comandos ir buscando la postura que nosotros le marquemos con las manos para que las vaya tomando y de este modo asociando la orden con la acción que le marcamos.

¿Sabías qué? Para enseñarle a nuestro perro la orden “quieto” se requiere más tiempo y paciencia; así como madurez en el animal debido a que requiere mayor concentración, es por ello que esta orden la prenden en una etapa más madura (entre los 6 y 8 meses).

Otro detalle fundamental es que desde el momento que llegue a la casa, s nuestro peludo no se le debe dejar mordisquear ni objetos, ni manos o tobillos de miembros de la familia. Esto para evitar crearle la idea que está bien su acción, ya que un gesto que pudiéramos tomar como un juego, se vuelva en su manera de demostrar su dominio y control como “jefe” de la casa en su edad adulta. Y OJO, todo comportamiento que sea adquirido por falta de firmeza en su educación, al llegar a su edad adulta no solo sería casi imposible de corregir sino que hasta algunos pueden llegar a ser peligrosos.